Popularmente se ha llegado a
creer que la depresión tiene que ver con “una vida difícil” o que es resultado
de frustraciones acumuladas frente al fracaso de desarrollar un proyecto de
vida capitalista. Empero, la psicología ha demostrado que esto es falso.
Mana - Moi Dix Mois
En mi experiencia clínica con personas
deprimidas he podido identificar un elemento central en el desarrollo de la
cura que si se invisibiliza impide completamente el tratamiento del mismo: “la creatividad”,
pero no soy el único que ha visto esto…
En 1987 se desarrolló un estudio
que relaciona la creatividad y la enfermedad mental (Andreasen NC Am J
Psychiatry. 1987), Andreasen quería relacionar la creatividad con algunas
enfermedades mentales y medir la tasa de prevalencia en escritores y sus
familias, lo que encontró fue un 80% de escritores con trastorno del estado de
ánimo.
Un estudio posterior (Ludwig AM.
Am J Psychiatry. 1994) también examinó la creatividad en los escritores. Ludwig
examino 59 escritoras que participaron en la Conferencia Nacional de Escritoras
que se realiza anualmente en la Universidad de Kentucky y concluyó uyo que el 56%
de ellas tenían depresión.
Alonso Fernández asegura que “La
propensión de los individuos geniales a desarrollar una enfermedad mental está
favorecida por una serie de factores inherentes a su vida, como por ejemplo la
lucha contra las normas y la amplia serie de esfuerzos y sacrificios personales
implicados en el trabajo creativo y el trato poco comprensivo que recibe de los
demás. El propio proceso creativo exige un profundo esfuerzo espiritual, anímico
y vital que muchos no son capaces de soportar sin sucumbir en el desequilibrio”,
para ampliar esto recomiendo su libro “El talento creador: rasgos y perfiles
del genio, escribe”.
Actualmente sabemos que el acto
creador es proceso de una regresión a niveles muy primitivos del desarrollo psíquico,
que ha sido denominada regresión al servicio del yo (Bellak y Goldsmith (1994)
porque se incluye la participación de lo que Freud denominaba sentimiento oceánico
(el malestar en la cultura) mientras que otros procesos se desarrollan en
paralelo en la superficie de la consciencia racional. Allí está la esencia del
acto creativo, que implica sumergirse en el aspecto emotivo y sensible de la
experiencia para establecer contacto y reconocer procesos de naturaleza
irracional que luego deben tomar forma en momentos posteriores, todo ello debe
acontecer en contacto con la realidad externa y más racional del sujeto en
donde deben ser ordenados para comunicarlos con otras personas. De allí la
importancia de socializar cuando las personas están deprimidas, es que si la
depresión implica un descenso ensimismamiento e irracionalidad, la socialización
presiona un ascenso y ordenamiento racional de lenguaje para la experiencia.
Artistas muy famosos como Robin
Williams, Jim Carrey, Catherine Zeta-Jones o Mel Gibson han hablado
públicamente de sus depresiones y es evidente que se trata de personas muy
creativas que seguramente encontraban su inspiración en estadios profundos de conexión
con los aspectos más irracionales de su ser.
Desde la organización mundial de
la salud se han empeñado en mantener indicadores para una correlación entre indicadores
de depresión y suicidio. Resulta evidente que muchos de los suicidas famosos han
sido artistas. Por ejemplo, Chester Bennington, vocalista de la banda de rock
Linkin Park; Chris Cornell, vocalista de los grupos Soundgarden y Audioslave; Kurt
Cobain; Sid Vicious de Sex Pistols; Robin Williams; La diseñadora de modas y
novia de Mick Jagger, L'Wren Scott; Kate Spade, la diseñadora de modas; El
cineasta Tony Scott; El diseñador de modas Alexander McQueen; La actriz y
modelo Lucy Gordon; Michael Hutchence de INXS; y recientemente el Chef Anthony
Bourdain.
El profesor Vikram Patel asegura
que “Los circuitos cerebrales que son la fuente de la creatividad son los
mismos que los de la enfermedad mental” y asegura que ser creativo puede
aumentar el riesgo de enfermedad mental, yo prefiero conservar el beneficio que
me da la duda y explorar las posibilidades que el acto creativo permiten en el
tratamiento de las personas deprimidas. Lo que pasa es que las personas con depresión
suelen dejarse influir por el diagnóstico y van disminuyendo paulatinamente el
impulso a la actividad lo que generalmente, también, va disminuyendo la
creatividad y productividad de estas personas.
El problema radica en que la
depresión suele traer consigo un fuerte empobrecimiento de la actividad y la
creatividad que se muestra como un enlentecimiento del pensamiento y el
lenguaje, esto se ve reflejado en la producción artística de estas personas,
por ejemplo, sus producciones plásticas suelen tomar una cierta tonalidad
sombría y monótona dando la impresión de un pesimismo lacónico expresado en
tonos azules en contraste con formas sombrías y claroscuros muy marcados. El contenido
de sus producciones es considerablemente mas oscuro, siendo “la muerte” el tema
mas recurrente para sus producciones (catástrofes, apocalipsis bíblicos, dolor,
enfermedad, destrucción, y escenarios escatológicos en un sentido teológico).
Y fue allí, en la teología escatológica,
de donde logre encontrar elementos suficientes para orientar el tratamiento de
las personas que llegaban a mi consulta tan gravemente deprimidas, muchas veces
después de intentar todo tipo de tratamientos durante varios años. La pregunta
por el futuro, el devenir, por “el destino” que en términos del psicoanálisis es
el destino de la pulsión y del cual ya Freud señalo 4 posibilidades: La
represión, El trastorno hacia lo contrario, La vuelta hacia la persona propia y
la Sublimación que representa el ideal de la producción artística.
De retorno a la escatología teológica,
que aborda la cuestión del final de la historia humana y
del mundo el pensamiento central de las personas deprimidas cobra un
aire escatológico, es decir, gira en torno al final de su propia existencia. Para
lo cual debemos asumir que un aspecto primitivo de si mismo esta buscando un
lenguaje para nombrar el final de un ciclo en su vida. Pero la modernidad y el
derrumbamiento de las estructuras simbólicas que históricamente se ocuparon de “lo
ritual” han planteado un escenario de orfandad que dejan al sujeto sin un suelo
simbólico solido en que situarse. En la Grecia de Sócrates y Platón, se creía
que los sacerdotes, poetas y adivinos se comunicaban con los dioses por medio
de una “locura Inspirada” por el “fervor religioso” que les permitía recibir
mensajes a través de los sueños. Ahora sabemos
que el sueño es la manifestación del deseo, también que ese deseo tiene un
destino y que ese destino se puede tramitar al menos de 4 formas. Sócrates a través de Fedro nos muestra ese
pensamiento “Si llega como un regalo del cielo, la locura es el canal por el
cual recibimos las más grandes bendiciones”, en su discurso sobre la locura nos
dice “los hombres de antaño que les dieron su nombre a las cosas no veían
ninguna desgracia ni reproche en la locura; de otra manera no la hubieran
relacionado con la más noble de las artes: el arte de predecir el futuro, que
llamaron el arte maniaco”. En la esencia del pensamiento de nuestros antepasados
estaba la idea de que la locura proviene de los dioses y la cordura es más común
en los humanos, esta idea llego hasta la edad media en que se consideraba que
la genialidad y la inspiración tenían una cierta relación con la enfermedad mental
(les recomiendo historia de la locura de Foucault).
Retornando a nuestro tiempo, se ha
dicho que desconocemos en precisión los mecanismos cerebrales que producen la creatividad,
pero sabemos que las personas con mucha creatividad pueden tener bajos niveles
de atención. Lo que parece ser un gran problema para el sistema educativo que se
ha convertido en objeto del mercado farmacéutico que diseña drogas a la medida
de las necesidades de los agentes que encarnan diferentes estructuras de poder.
El acto creativo es la expresión más
pura del psiquismo humano y si lo silenciamos crearemos hordas de personas que
les cuesta cada vez más desarrollar el pensamiento crítico.
Quedan otras preguntas:
¿Qué relación hay entre la medicación para el TDAH y la
depresión infantil?
¿Cómo abordar pedagógicamente a los niños y niñas
diagnosticados con trastorno por déficit de atención con o sin hiperactividad
(TDA y TDAH) desde una perspectiva que tenga en cuenta la creatividad y sus
posibilidades?