Crecimos invadidos por propaganda
y las ideologías del mundo moderno supieron camuflarse en figuras de bienestar,
felicidad y triunfo. Pagamos con nuestras vidas para acercarnos a la imagen que
la publicidad ha creado de nosotros. Centramos nuestra sociedad en la
importancia de la ganancia económica y migramos, sin cuestionarlo, nuestro
espíritu, actividad y gobierno a los campos del materialismo, el lucro
económico y el individualismo egocéntrico centrado en la competencia para
sobresalir en la sociedad de consumo.
¿Qué consecuencia nos deja poner "el éxito" en el foco de mira?
vincent van gogh le vieil homme triste 1890
Segado por la Luz, el humano
moderno pretende negar su propia oscuridad, llamándola estupidez, fealdad,
pobreza y fracaso. Pero la realidad se impone generando estados emocionales que
superan la capacidad de negarla.
Según la OMS, “la depresión es un
trastorno mental frecuente que se caracteriza por la presencia de tristeza,
pérdida de interés o placer, sentimientos de culpa o falta de autoestima,
trastornos del sueño o del apetito, sensación de cansancio y falta de
concentración”, al leer esto muchas personas llegan a pensar que han estado o
estarán deprimidas. Las cifras de diagnóstico son alarmantes pues actualmente
se calcula que hay 350 millones de personas en el mundo afectadas por la
depresión, lo que equivale a 7 veces la población de mi país, Colombia.
Cuando una persona es
diagnosticada de depresión, el mayor temor de sus seres queridos es el suicidio
como desenlace posible, por eso están dispuestos a someterse a procedimientos
costosos y consumir tratamientos farmacológicos que suelen generar desconfianza,
principalmente, por sus efectos colaterales bastante molestos. Sin embargo, la
OMS estima que unas 800.000 personas se suicidan cada año en el mundo por lo
que se ha planteado que el suicidio es un elemento de prioritario interés para
la salud pública de los países y se aplican protocolos de vigilancia
epidemiológica que intentan evitar el suicidio por contagio denominado efecto
Werther.
En Colombia la cifra de personas
atendidas por depresión moderada viene mostrando un aumento dramático en los
últimos años, de tal suerte que para el 2009 se presentaron 17.653 casos, en
2010 17.846, 20.333 para 2011, 26.191 en 2012, 27.979 en 2013, 36.431 en 2014 y
36.236 en 2015.
En Antioquia, la situación es mucho
más alarmante (con relación al panorama nacional), para el 2009 se atendieron
7.563 casos, en 2010 7.948, 7.458 para 2011, 10.344 en 2012, 11.191 en 2013,
16.254 en 2014 y 15.250 en 2015. Lo que quiere decir que tenemos mas del 30% de
las personas diagnosticadas con depresión en nuestro departamento.
Cifras tomadas del Boletín de salud mental depresión 2017
ministerio de salud de Colombia
No pretendo reducir la realidad
humana a frívolas cifras, pero creo que los números están mostrando una situación
alarmante, en la última década se ha triplicado el número de personas medicadas
con fármacos psiquiátricos para tratar síntomas asociados a la depresión. Lo
que nos plantea muchos interrogantes en relación al manejo que se viene dando
de dicha situación, porque en general no estamos satisfechos con los resultados
obtenidos en su tratamiento.
Actualmente la depresión
representa elevados costes tanto para las personas diagnosticadas, como para su
familia, el sistema de salud y la sociedad en general puesto que los
procedimientos farmacológicos establecidos no están resultando suficientemente
eficientes y el acompañamiento brindado por el sistema de salud no genera
confianza a los usuarios ni satisface los resultados esperados.
¿Qué hacer entonces con las
personas diagnosticadas de depresión?
Es importante cuestionarnos sobre
la situación para comprender mejor el rumbo que toma el asunto, ¿A dónde nos
está llevando el actual modelo de intervención?, ¿Quiénes son los más
afectados? ¿Quién está diagnosticando a las personas de depresión? ¿quién o
quienes se benefician de la situación nombrada?
Según estudios nacionales, en
2015 el 70,4% de las personas atendidas con diagnóstico de depresión moderada
(CIE10:F321) fueron mujeres, mientras que el 29,6% fueron hombres. Igualmente se
identificó que en las personas de 15 a 29 años la depresión mayor unipolar
(CIE10: F32-F33) fue la primera causa de carga de la enfermedad en 2010, las
personas entre los 30 a 44 años la depresión mayor unipolar aparece como la segunda
causa de carga de enfermedad.
Estoy seguro que algo dicen las cifras y me preocupa el rumbo que están tomando las cosas en nuestro actual sistema de salud. De seguir así, el panorama se ve muy desalentador, si en la ultima década se triplicaron los casos de depresión en mi país, eso significa que lo que estamos haciendo para tratar la depresión no es suficiente. ¿o sera que le estamos dando un enfoque erróneo a la situación?
Ahora mismo estoy centrando mi trabajo terapéutico para la depresión en 3 factores que deben ser analizados en sus mutiles dimensiones y leídos en clave de diagnostico, pronostico clínico e indicadores de seguimiento para el tratamiento. de forma sencilla, estos factores son: capacidad de amar (relaciones objetales), Juego en la cotidianidad (motivación, autenticidad, espontaneidad), ser creativo - productivo. Poniendo estos elementos en el foco de mira he pidido observar como la depresión desaparece y mis pacientes pueden retomar su vida de forma sistemática y tranquila.
Es una sencilla ecuación que se le ocurrió a Sigmund Freud “En el verano de 1939, un periodista le preguntó ¿qué era
para él una persona sana, madura e integrada en la sociedad?. El periodista, que
esperaba un largo discurso, se quedó sorprendido con la brevedad de la
respuesta: “Amigo mío, cualquier persona capaz de amar y trabajar”
Francamente creo que la depresión debe ser tratada de forma más natural y coherente. Los discursos sobre el "éxito económico", "la perfección estética" "la supremacía del mas fuerte", "la fama" y demás, han influenciado a la psicología y la han manchado con ideologías que desvían el objetivo del acompañamiento psicológico. En un caso extremo, ¿acaso una persona que dice estar deprimida por no poder comprase un Ferrari necesita comprarse uno y llenarlo de calcomanias para superar la depresión?
El estado actual de los tratamientos para la depresión y la carga demográfica de personas diagnosticadas que no encuentran un alivio me resulta mucho mas intrigante, me quita el sueño, me inquieta....
y recuerdo a Vincent Van Gogh... al borde de la locura...
“Estoy molesto
conmigo mismo porque no puedo hacer lo que me gustaría hacer, y en un momento
así uno se siente como si estuviera atado de manos y pies en el fondo de un
pozo oscuro y profundo, totalmente impotente” V.V.G.
También puedes leer:
Relación entre depresión y creatividad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario